¿Existe la diabetes emocional?
¿Existe la diabetes emocional? Es realmente una duda enorme para todos aquellos que padecen la enfermedad.
Quizás hemos escuchado durante muchos años que los niveles de estrés o depresión pueden disparar nuestros niveles de glicemia, lo cual es cierto.
Pero debemos tener claro que es muy distinto asegurar que tenemos diabetes por problemas de estrés.
Cuando tenemos emociones intensas, generalmente negativas, como un pico de estrés, ansiedad, angustia, inquietud o inestabilidad, nuestro cuerpo produce hormonas que afectan el resto del cuerpo: adrenalina y cortisol.
La adrenalina y el cortisol, son sustancias que estimulan la glándula suprarrenal y aumentan el nivel de cortisol.
Y cuando nuestro organismo detecta una subida de adrenalina y el cortisol, entiende que necesitaremos más energía, por lo que libera glucosa en sangre.
Este cuadro ocurre de igual modo para personas con o sin diabetes pues es un mecanismo de acción endocrina.
Para personas sin diabetes, este efecto colateral del estrés y la ansiedad no tiene mayor importancia, porque logran regular estos niveles de glucosa y mantenerlos en valores óptimos sin que la subida sea perceptible.
No existe diábetes emocional
Entonces, la respuesta es clara: no existe la diábetes emocional, lo que hay son picos de glucosa en la sangre por intensas emociones.
La enfermedad no se genera por emociones o cuadros depresivos; el origen es el pésimo estilo de alimentación combinado con una vida sedentaria y pocas previsiones considerando un cuadro genético.
Es decir, los no diabéticos no perciben la subida de glucosa, porque su organismo la metaboliza según se produce, se regula, y mantiene los valores habituales sin mayor problema.
Pero los pacientes diabéticos no logran regular esta subida de glucosa en sangre, y pese a que su origen no tiene que ver con la alimentación, experimentan los mismos síntomas que si la hubieran ingerido.
Tenemos que recordar que el cuerpo tiene reservas de glucosa en todo el cuerpo, entonces emite una señal para procesar más y más azúcar para generar energía.
En ese sentido, los riesgos de este exceso de glucosa en la sangre son los mismos por la ingesta de azúcares.
Por ello, existe la creencia de que la diabetes emocional es en sí mismo un tipo de diabetes, pero los médicos coinciden en señalar lo contrario.
La diabetes es producida únicamente por factores biológicos, y no emocionales. Por eso, cuando nuestro organismo libera glucosa no es ningún problema para los no diabéticos, porque en este caso primero llega la enfermedad, la diabetes, y luego los síntomas.
Síntomas de un subida de la glucosa en un diabético
Por ello, quienes sufren de diabetes sin tener un control de sus emociones, una subida de glucosa puede tener consecuencias y verse afectado por un pico cuando se experimenta estrés.
Si un paciente con diabetes mellitus tiene una media de 120, y luego de comer llega a 180, imaginemos que, por un momento, el individuo llega a experimentar una mala noticia, podría alcanzar niveles altos.
Así, la persona podrá empezar a tener:
- Aumento de sed
- Micción frecuente.
- Fatiga.
- Náuseas y vómitos.
- Dificultad para respirar.
- Dolor de estómago.
- Sequedad en la boca.
- En casos graves, convulsiones.