Evita estos alimentos durante el embarazo
Comer es una necesidad que todo ser humano tiene varias veces al día. Simbargo cuando se trata de un embarazo es importante evitar una serie de alimentos durante el embarazo que generalmente representan mayor dificultad para que el menú sea variado y saludable.
Ciertamente y en el caso de un estado de gestación las dudas ante cualquier ingrediente empleado en la preparación de un plato sobran.
Los alimentos durante el embarazo que debes evitar
Durante el embarazo, la mujer está expuesta a muchos componentes ambientales y alimentarios que pueden resultar peligrosos y provocar graves consecuencias para el feto.
Hay dos agentes que se transmiten a través de los alimentos: la bacteria Listeria monocytogenes, capaz de reproducirse y sobrevivir en los alimentos, y el parásito Toxoplasma gondii, que se transmite a través de las heces de gato y de las carnes de animales infectados.
Ambos son prácticamente inocuos en personas sanas con un sistema inmunitario fuerte, pero, en el embarazo, el sistema inmune se deprime y aumentan las posibilidades de infección. La listeria o el toxoplasma pueden causar complicaciones serias al feto, incluso comprometer su vida.
Sin embargo, el contagio es evitable poniendo en práctica unas sencillas recomendaciones que te darán mucha seguridad. En general, debes evitar el consumo de alimentos de origen animal crudos o poco cocinados. Es decir, excepto las frutas y las verduras, el resto de los alimentos deben estar bien cocinados en el interior para que sean seguros.
Los lácteos y derivados no pasteurizados
Es importante no consumir lácteos elaborados con leche cruda sin pasteurizar, como los quesos frescos o en crema (tipo Brie, Camembert, Asadero), quesos con moho y quesos curados de oveja o cabra.
Para ello, debes comprobar siempre el etiquetado y asegurarte de que están hechos con leche pasteurizada. Ante la duda, o si se trata de un queso sin etiquetado, mejor no consumirlo.
Las carne, pescado, marisco y huevo sin cocinar
Para que sean alimentos de consumo seguro, la carne, el pescado, el marisco y los huevos deben alcanzar la temperatura suficiente de cocción en el interior de la pieza, de manera que no tengan color rosáceo o un aspecto poco hecho.